Cuando pensamos en Oaxaca, nos vienen a la mente imágenes de Monte Albán, Hierve el Agua o la Guelaguetza. Sim embargo, nuestro estado es un cofre lleno de tesoros escondidos, sitios que no siempre aparecen en las guías turísticas, pero que guardan historias, paisajes y tradiciones que te roban el aliento. Hoy te invito a descubrir algunos rincones mágicos poco conocidos de Oaxaca.
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Entre nubes y leyendas: San José del Pacifico
Escondido en las montañas de la Sierra Sur, este pequeño pueblo parece flotar entre nubes. Famoso por sus paisajes neblinosos y su clima fresco, San José del Pacifico es ideal para quienes buscan desconexión, cabañas rústicas y caminatas en bosques de pinos y encinos. Los amaneceres aquí son un espectáculo dorado que vale cada kilómetro del viaje.
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El edén mixteco: Cascadas de Apoala
En el corazón de la Mixteca Alta se encuentra Santiago Apoala, un pueblo que parece sacado de una leyenda. Aquí, las cascadas caen entre paredes de roca y vegetación frondosa, creando pozas de agua cristalina. Según la tradición, en este lugar nació el pueblo mixteco, y aún se respira un aire místico que conecta con la historia ancestral.
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El secreto de Mazunte: Playa Mermejita
Mientras Mazunte y Zipolite reciben la mayoria de visitantes, Mermejita sigue siendo un rincón tranquilo donde el mar se encuentra con montañas y acantilados. Sus atardeceres son de los más impresionantes de la Costa Chica, y en esta temporada es posible observar ballenas y tortugas marinas.
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La ciudad de piedra y cactus: Yagul
Menos famosa que Monte Albán, pero igual de fascinate, Yagul es una zona arqueológica en los Valles Centrales rodeada de un mar de cactus. Aquí podrás recorrer patios, juegos de pelota y túneles de piedra, mientras disfrutas de una vista espectacular de la planicie oaxaqueña.
- Un paraíso de agua y manglares: Lagunas de Chacahua
En la Costa, cerca de Puerto Escondido, se encuentra el Parque Nacional Lagunas de Chacahua, un lugar donde el agua dulce y salada se encuentran, creando un ecosistema perfecto para aves, peces y manglares. Pasear en lancha por sus canales al atardecer es una experiencia que enamora.
Consejito viajero:
Estos lugares son joyas frágiles. Si decides visitarlos, hazlo con respeto: lleva tu basura contigo, apoya a los guías y artesaos locales, y respeta las tradiciones de cada comunidad.
Oaxaca siempre tendrá más para mostrarte, y aveces lo más hermoso está lejos del camino más transitado.