Desde la tradicional tlayuda hasta el quesillo, pasando por los siete moles, Oaxaca es considerada la capital gastronómica de México. No es raro ver turistas haciendo fila en un mercado para probar un taco de chapulines o un tamal de chepil, lo rraro esque no esten haciendo fila.
❤️ El corazón oaxaqueño en cada plato
Oaxaca se come con el corazón porque cada bocado refleja amor por la tierra, respeto por las tradiciones y solidaridad con la comunidad. Comer en Oaxaca no es solo una necesidad: es una celebración de la vida, un vínculo con el pasado y una declaración de esperanza hacia el futuro.
Cada receta cuenta una historia de resistencia, de lucha, de amor y de esperanza. Y al compartir esos platillos con otros, se sigue tejiendo la rica red cultural que hace de Oaxaca un lugar único.
¿Y el mezcal? Aquí no es moda, es identidad de nuestro bello estado.
"Para todo mal, mezcal. Para todo bien, también".
Cuando alguien dice que Oaxaca se come con el corazón, no está hablando solo de los ingredientes frescos o las recetas ancestrales. Está hablando de un profundo amor por la tierra, las costumbres, las tradiciones, las manos que preparan cada platillo y las historias que se entrelazan en cada bocado.
La cocina oaxaqueña no es solo un acto de cocinar, es un acto de transmitir su cultura, memoria y pasión .
Desde las calles de la capital hasta los mercados rurales, cada plato tiene el poder de transportarte a un mundo donde lo que importa no solo es el gusto, sino la conexión con el lugar, las personas y la historia que hay detras de ellas.
🌽 El maíz, el corazón de la gastronomía oaxaqueña.
El maíz es el pilar de la cocina de Oaxaca, no es solo un ingrediente, es el alma, desde el maíz criollo, cultivado en los valles oaxaqueños, hasta la masa que da vida a las tlayudas, las empanadas y el mole, el maíz en Oaxaca es sagrado.
El proceso de nixtamalización (cocer el maíz con cal) es uno de los secretos que convierte este grano en algo más que alimento, es un ritual, un homenaje a la tierra, un simbolismo de las raíces que alimentan tanto el cuerpo como el espíritu.
🥙 La comida une a la familia.
Lo que distingue a la gastronomía oaxaqueña no es solo el sabor, sino la forma en que la comida se convierte en un acto social, familiar y cultural, un ritual donde se comparte, se cuida, se celebra y se respeta.
Las fiestas, los tequios (trabajos comunitarios), las celebraciones familiares o la simple comida en casa, son momentos donde la comida juega un rol pricipal.
Es común que en cualquier rincón de Oaxaca se invite a compartir, a probar y a disfrutar juntos, como si cada platillo fuera un regalo de la tierra para aquellos que comparten la mesa.
🍷 El Mezcal, la bebida de los dioses.
Y no podemos hablar de la gastronomía oaxaqueña sin mencionar el mezcal, más que una bebida alcohólica, el mezcal es la esencia de Oaxaca., elaborado de agave y con un sabor ahumado que es inconfundible y delicioso, el mezcal no solo acompaña a la comida, sino que representa un vínculo profundo entre el hombre y la tierra.
El Mezcal es una invitación a celebrar la vida con cada trago.
📍 ¿Qué te espera en Oaxaca?
Si tienes la oportunidad de visitar Oaxaca, no dejes de probar su comida, hazlo con los ojos cerrados, con el corazón abierto y con una sonrisa, porque en cada platillo encontrarás una historia, un cariño, una tradición que te conectará con esta tierra mágica y seguramente, cuando te vayas te llevarás contigo un pedazo de esa esencia oaxaqueña… ¡y tal vez un par de kilos de más!
¡Vive Oaxaca! Vive su comida, vive su gente.